martes, 30 de mayo de 2017

"El corazón es capaz de soportar más de lo que imaginamos "





      En otras ocaciones les he hablado de los enfermos de Alzheimer que ya han alcanzado su fase terminal del proceso , yacentes, inmóviles, encojidos, doloridos, consumidos, ausentes, alimentados a través de una sonda....no puedo seguir, me pongo triste.

     Creo que hoy,  valió la pena, totalmente, de escuchar sus vivencias, las vivencias de gente corriente, que sufre, héroes desconocidos que luchan, donde hoy su presente es el pasado y los nuevos recuerdos  duran un suspiro.
Ellos me han dado la oportunidad de entrar en sus vidas, me han dado la llave de una casa que a lo mejor para ellos  ya no existe, quizás como símbolo de la esperanza.

     Saben que tienen alojada en su cerebro una bomba de relojería, que late lentamente, nadie sabe cuándo explotará. Saben la verdad, están inmersos en la niebla indescriptible del Alzheimer, que ya les ha destrozado su existencia, a ellos y a sus familias. Primero fue una leve perdida de memoria nada importante,  despistes, citas olvidadas, pequeñas meteduras de pata, luego llegó la confusión, depresión, la apatía.
      Muchos de ellos se encuentran en una fase leve-moderada de la enfermedad, a mitad del camino, sus vidas cotidianas han dejado de ser normal. Ya no pueden estar solos, no conducen, no trabajan, han perdido peso, les cuesta concluir frases, su vocabulario se va limitando.
Aun así, se sienten unos privilegiados, se mantienen estables gracias a los medicamentos y a la estimulación de su memoria, hoy les he acompañado en la terapia de estimulación cognitiva, contemplarles inquietos como unos párvulos ante una tarea infantil que desempeñan entre la fortaleza y la depresión, siempre esforzándose un poco más para que no pierdan la poca memoria que aún conservan, sin perder la dignidad.

     Aquí se encuentran en una segunda familia, me comentan que se planteaban tener una jubilación tranquila, cómoda, que con su dinerito querían hacer lo que no pudieron de jóvenes. Por ejemplo viajar...
 Sobre las familias  recae el cuidado de más de un 70% de estos enfermos, que a lo largo de una media de 12 años de proceso degenerativo, con sus días y sus noches, sin vacaciones, sin sueldo, sin bajas por enfermedad.

     Ésta es también la historia de médicos  que atienden a usuarios nuevos cada día, mucho más que unos gélidos funcionarios; mucho más que unos doctores de los de "vuelva usted dentro de seis meses": basta con acompañarle en sus visitas a domicilio a enfermos en situación terminal. Donde el cariño es el mejor remedio. Los enfermos nunca pierden su memoria afectiva ni gustativa. Disfrutan con una caricia, con una palabra.

     Y también es la historia de los psicólogos, de las Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer, que rebañan con una entrega inmensa las últimas capacidades de los afectados. Y la de las enfermeras  y los trabajadores sociales, que, sin apenas apoyo oficial, sacan adelante  proyectos para cuidar física y mentalmente a los cuidadores, para que se sientan acompañados en un proceso tan largo. Y que no tiren la toalla, porque de su fuerza depende la calidad de vida del enfermo. Y si no se la dan ellos, ¿quién se la va a dar?", me pregunto.

     Hace unos días en nuestra capital de Las Palmas de Gran Canaria, se celebró el XLI congreso de la asociación Española de Enfermería en Neurociencias bajo el lema, "Calidez en los Cuidados".
En resumen de éste congreso, la enfermería hace todo lo posible que puede para poder atenderlos, pero no hace todo lo que se necesita por que no se ha cubierto la ratio de enfermeros/ usuarios de estas características. En Canarias estamos muy por debajo de lo que se requiere en los países de la OCDE. Estos enfermos suponen una carga de trabajo para el sistema sanitario, pero también para la propia familia, y desde aquí se refleja que Canarias es la Comunidad donde la institución familiar es aún el gran colchón social.
 Por eso digo que "El corazón es capaz de soportar más de lo que imaginamos ".


Pedro Lorenzo Rodríguez Reyes.

sábado, 20 de mayo de 2017

Sumar voluntades.

     Como político es mi deseo de reconocer en primer lugar el esfuerzo y la alta implicación de la Plataforma de vecinos del Cono Sur de la ciudad de Las Palmas y la Plataforma Ciudadana de Santa María de Guía de Gran Canaria.

     Pensar en los problemas y soluciones, y hacerlo transformando nuestra democracia de acceso en una democracia de deliberación y debate, es lo que los actores sociales de las plataformas de vecinos, vecinas, o ciudadanos, ciudadanas, tanto del Cono Sur de Las Palmas de Gran Canaria en defensa de la recuperación de la Casa del Niño, con el objetivo de alojar a familias de personas hospitalizadas que vivan en otras islas, como la del salvar el Centro Salesiano del norte en el municipio de Santa María de Guía en Centro Sociosanitario.

      De una u otra manera, todos nos hemos enfrentado a situaciones difíciles como la enfermedad o la vejez y sabemos que la escala de valores necesariamente cambia. Se ponen en primer lugar elementos que antes no se planteaban o se hacía en posiciones más secundarias.  Por eso no puedo evitar traer a estas páginas recuerdos de pacientes, usuarios, usuarias, en diferentes unidades de hospitalización,  en mi estapa de Técnico Sanitario, que se quejaban de que lo que les preocupaba era que sus hijos estaban sólos en su isla natal y que ellos lo que necesitaban en ese momento era tenerlos a su lado y abrazarlos. Indudablemente, su escala de valores había cambiado y sus prioridades ante el final de su vida también.

     Todos los que trabajamos en el ámbito asistencial con enfermos crónicos, o personas mayores, hemos podido observar directamente cómo las prioridades y la escala de valores son totalmente distintas desde una habitación de un hospital o centro sociosanitario y cuando el horizonte de vida es muy limitado.

    Por eso, y desde la perspectiva de la asistencia integral, se ha de tomar conciencia de la importancia que adquiere el incluir en el plan de la Casa del Niño, el alojamiento de familiares de otras islas que sus seres queridos estan hospitalizados en algún centro , una oportunidad de acogida y de poder compartir los miedos, preocupaciones y sentimientos.

     También dentro de éste plan el proyecto sociocultural incluye huertos urbanos, necesarios para todo ser humano que aportan identidad, dignidad y promueven la mejora social y ocupacional.
El compromiso que la Plataforma Ciudadana Salvar el Centro Salesiano en Centro Sociosanitario, tiene con toda la sociedad Gran Canaria y sobre todo con las personas mayores es ampliar el número de plazas públicas y eliminar las listas de espera de Dependencia.

      Estas Plataformas Ciudadanas se sienten dueños de éstos espacios e implican a toda la sociedad civil y autoridades públicas como un instrumento y colaborador para mejorar la calidad de vida y dar bienestara la población en general.

     Esperemos que se llegue a un consenso que tal vez satisfaga a todos, Diócesis de Canarias, ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, ayuntamiento de Santa María de Guía, Cabildo de Gran Canaria y Gobierno de Canarias, dando respuesta a esta demanada de los ciudadanos sin olvidar que el ciudadano es precisamente el protagonista de la esfera pública.  

Pedro Lorenzo Rodríguez Reyes.

Concejal en la Villa de Moya.