domingo, 15 de noviembre de 2015

Violencia incontrolada.


          

         Hoy hablo en mi blog de cómo algunos hombres son capaces de actos de barbarie contra sus enemigos,  vecinos e incluso contra sus propias familias o vidas. Parte de esa naturaleza salvaje aún no erradicada por nuestra especie y que nos separa de la mayoría de los otros animales.
       Prácticamente todas las grandes civilizaciones de la antigüedad,  y muchas de la era moderna,  mancharon sus historias con sangre inocente con la excusa del engrandecimiento de sus propios imperios, de sus religiones o simplemente por el capricho de sus gobernantes.
           En muchos casos debemos comprender que todo aquello sucedía en un mundo violento, desconocedor de los principios humanitarios que tanto pregonamos ahora, y no voy a ser yo quien se los discuta.
         Pero hay eventos en  más cercanos en el tiempo, hechos llevados a cabo por hombres supuestamente educados, miembros de una sociedad presuntamente avanzada,  que ya no puede esgrimir el subterfugio de la normalidad histórica.
         Los acontecimientos actuales,  evidencian que seguirá sucediendo,  al menos mientras seamos humanos.
        La masacre de París es, sin duda, uno de los peores ejemplos.
Pedro Rodríguez Reyes.

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